La memoria de la empresa

Isabelle se incorporó a Soudax hace 35 años y conoce como la palma de su mano la empresa. Lo que más le gusta: ¡el contacto!

Interactuar con sus compañeros, desarrollar relaciones de confianza con los proveedores, ayudar a los clientes cuando se les plantea una duda… Isabelle es responsable de compras y aprovisionamiento, y su sociabilidad natural es una ventaja en su trabajo diario.

Aunque gestiona diversas tareas administrativas y contables, se encarga principalmente de comprar los componentes eléctricos, electrónicos, mecánicos y neumáticos utilizados para fabricar los equipos Soudax.

A lo largo de los años, Isabelle ha sido capaz de establecer sólidas colaboraciones y crear una relación de confianza con los proveedores.

“De electricista a responsable de compras, ¡en Soudax todo es posible!”

Cuéntenos un poco más sobre su experiencia en Soudax…

«Mi trabajo exige valorar las relaciones humanas. A algunos proveedores ni siquiera los conozco personalmente y, sin embargo, hemos conseguido entablar una relación que casi podría considerarse de amistad. En la relación con nuestros proveedores cuentan muchas cosas: el precio, los plazos, el nivel de servicio, la ética, ¡pero también las sensaciones!

Soudax es una gran familia que permanece muy unida. Estoy en contacto permanente con nuestro responsable de producción, nuestro asistente de ventas y nuestro asistente de almacén. También recurro regularmente al departamento técnico para encontrar soluciones de sustitución de componentes, sobre todo en este periodo de especial escasez.

Cuando llegué como electricista, pude desarrollar mis aptitudes en un entorno sano y lleno de oportunidades, en el que todo el mundo cuenta y tiene un papel que desempeñar. He sido testigo de la evolución de la empresa y es para mí un orgullo formar parte de esta historia en la que la inversión humana, la cooperación y la búsqueda de soluciones constituyen el auténtico eje de las iniciativas empresariales.

He pasado 35 años en los 50 años de vida de Soudax y no me arrepiento.»